Después de los nuevos comienzos (Aries) y la fase de construcción (Tauro), ahora viene el momento donde tenemos que enfrentarnos con nuestra propia dualidad durante la estancia de los planetas interiores en Géminis. Venus, el planeta de las relaciones humanas, del amor y de las finanzas ya viaja por este signo (9 de Mayo a 3 de Junio, 2013), al igual que Mercurio, el mensajero de los dioses (15 -31 de Mayo, 2013). Júpiter, la buena estrella, ya en Géminis desde Junio del año pasado, los espera con los brazos abiertos, como un padre generoso, dando sus bendiciones para nuestro eterno aprendizaje y este nuevo reto para conseguir ser cada vez más completos e integrados.
Aprendizaje es el gran tema de Géminis, signo de aire mutable , y por lo tanto conectado con el intelecto, la movilidad y el desapego emocional, además de ser caracterizado por una gran curiosidad espontánea que nos hace salir de la comodidad de Tauro para experimentar con situaciones y actitudes nuevas; aunque seguramente no nos apetecerá tampoco profundizar mucho.
Los gemelos, a veces asociados con el mito de Castor y Pólux, expresan la profunda dualidad inherente en el ser humano. Es el encuentro con el hermano oscuro y el hermano de luz, ambos partes de nuestra propia psique. Pero como géminis aborrece el drama y las emociones profundas, nuestro encuentro con la sombra aquí será mucho más ligero que en Escorpio donde nos vemos arrastrados sin piedad al inframundo de nuestras pasiones. Aquí es como si de repente vislumbramos, comprendemos, donde nos equivocamos pero de una forma muy racional, analítica, casi desapegada. Si aprovechamos esta energía podemos usar nuestra mente analítica como una maravillosa herramienta en el camino. Podemos objetivar las situaciones, verlas con cierta distancia, como meros espectadores de un multicine personal. Además al igual que Mercurio, quien se mueve entre mundos, podemos cambiar de películas y mundos mentales en un instante. Es un signo hiperactivo, efervescente y es importante utilizar bien su energía de una forma constructiva para no agotar nuestro sistema nervioso.
Toda actividad mental, ya sea de ocio, trabajo o estudio, ahora es favorable pero siempre compensado con las horas de descanso necesarias para nuestro cerebro. El deporte, comer bien, y dormir suficiente fortalece nuestro sistema para que pueda soportar la velocidad de la energía geminiana.
Con Venus en Géminis, nuestras relaciones a partir de ahora pueden volverse más ligeras, es un buen momento para salir de la rutina con nuestra pareja, hacer cosas nuevas juntos, divertirnos como buenos amigos, reírnos y hacer feliz el niño o niña interior de nuestros ser querido. La comunicación es clave. También lo es el trabajo con la palabra como fuerza creadora, tenemos que darle la importancia que se merece. La palabra es poder, crea mundos y ¿por qué no la usamos para hacer felices a los que están a nuestro lado? Es el momento en el que la oruga se convierte en mariposa. El aprendizaje de Géminis puede aligerarnos para que el efecto que tengamos en los demás sea luminoso y les permita aliviar su sufrimiento. Pero para poder hacer esto primero tenemos que aprovechar la flexibilidad propia de la energía de Géminis para cambiar nuestra forma de ver las cosas, mejorar nuestros hábitos cognitivos, crear espacio en nuestra mente para así poder percibir las personas y situaciones de nuestro entorno de formas distintas. Si hasta ahora hemos identificado los demás, y también a nosotros, con solo uno de los hermanos gemelos, es hora de transcender la dualidad artificial y admitir la totalidad de lo que somos… Nuestra esencia está más allá de todos los conceptos, y quién sabe, quizás este mes moviéndonos entre mundos, conseguimos descubrir lo que hay detrás de las apariencias, en paz y relajados en medio de las tramas de nuestra mente, reclinados en la butaca, meros espectadores de nuestro Hollywood particular y puede que hasta podamos reírnos de las cabriolas de nuestro pequeño ego y de sus infinitas preocupaciones.
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