Neptuno entra en modo retrógrado el 7 de Junio 2013 después de llevar ya varios días ralentizando su marcha y estacionario en el grado 5º22 de Piscis, en el cual permanecerá seis días más. Como os podéis imaginar, de este modo su influencia aumenta inmensamente y cualquier aspecto que forma ahora con nuestra carta natal será más fuerte durante estos días. Su retrogradación anual durará hasta el 13 de Noviembre 2013.
El arquetipo de Neptuno, el Dios de los Mares, vive en el espacio infinito de la conciencia primordial. Con su retrogradación puede traer a la superficie los componentes de nuestra psique que hasta ahora hemos mantenido ocultos, incluso ante nosotros mismos y enseñarnos la realidad, si se lo permitimos, bajo un nuevo prisma más espiritual. Nuestras fachadas y engaños, ingenuidades e idealizaciones sin fundamento se derrumban y podemos sentir cierta desorientación. De qué tipo de ilusiones y engaños se trata dependerá de los aspectos que forma con los planetas de nuestra carta natal y en qué casa astrológica se encuentra.
Podemos sentir un gran cansancio, pereza y ganas de dormir muchas horas. Estos días es bueno descansar y soñar con los ojos cerrados o abiertos. Del mundo onírico de Neptuno podemos traer más de una perla de vuelta ahora. Sirenas, caballitos del mar y todo tipo de personajes acuáticos, misteriosos e hipnóticos, se pueden presentar ante nosotros, envueltos en brumas y espejismos. Es importante más que nunca saber que no es oro todo lo que reluce y que la maravillosa Sílfide o el Caballero Azul en realidad solo existen en nuestra mente. Es fácil proyectar nuestro espíritu hacia fuera, pero también es fácil encontrarlo en nuestro interior ahora. La retrogradación de Neptuno nos puede ayudar a retirar la proyección, a retirar el manto de ilusión con el que cubrimos nuestro mundo, pero para esto tenemos que aliarnos con este arquetipo. La meditación, más que nunca, es la puerta a su mundo; también lo es el arte, los sueños, el canto y la oración.
Neptuno también nos puede enseñar que sistemas de creencias, estructuras y convicciones ya no nos sirven y ayudarnos a disolverlas. Al igual que las olas en el mar surgen y se disuelven solas, podemos permitir que lo que no nos sirve de nuestra personalidad y de nuestra vida se disuelva en el espacio infinito de la consciencia divina. No sirve de mucho intentar a aferrarnos a lo que era, es mucho mejor FLUIR y encontrar refugio en algo más grande que nuestro pequeño ego y sus estratagemas.
El día 7, un buen augurio para el principio de la retrogradación de Neptuno, Venus en Cáncer y Saturno en Escorpio forman un gran trígono con Neptuno en Piscis. El universo nos regala este gran trígono de agua que pone a nuestro alcance sentimientos profundos, nos posibilita contactar con nuestras emociones enterradas, nos ayuda a volver a creer en nuestros sueños y nuestra capacidad para materializarlos, también a despertar nuestra intuición, siempre y cuando utilizamos la energía del trígono de una forma positiva y consciente, y no simplemente nos evadimos buscando paraísos artificiales. Al mismo tiempo, la cuadratura de Marte en Géminis con Neptuno nos recuerda que no tenemos que sucumbir a las distracciones y que siempre podemos encontrar mil razones para estar dispersos y no anclados en el seno de nuestro ser. Nos hace tomar consciencia que ese extraño tipo de “pereza espiritual”, que no nos permite meditar y estar con nosotros mismos lo suficiente cada día, es simplemente la frenética hiperactividad que cada vez nos conviene menos.
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