La luna viaja por Escorpio, se une a Saturno que ya está en orbe con el nodo norte y cuadrando a Marte. Está configuración transmite intensidad. Me recuerda a las historias que he escuchado de mis maestros tibetanos donde el Yogui medita en los cementerios salvajes, los lugares de cremación de antaño, visitados por espíritus y animales feroces. Cuando Saturno se junta con el nodo norte, tenemos que aprender una lección, algo que nos hará madurar. El yogui está donde está por eso. Busca ir más allá de sus propios demonios. Cuando se manifiestan sus peores temores, está contenido: no puede salir corriendo, pero tampoco puede estar sentado en su asiento, tranquilo. Está enérgicamente bloqueado porque busca la trascendencia. Aumenta la tensión. Marte en Leo cuadrando a Saturno en Escorpio. Marte es acción heroica aquí, y Saturno añade el recinto del retiro. Nos empujan, nos desesperan, es fricción, es desquicie…puede ser que tengamos muchas ganas de hacer mil cosas y nos torcemos un tobillo. Aumenta la tensión, conectamos con nuestra fragilidad, con nuestra mortalidad. Nuestros demonios asoman sus cabezas. ¿Nos asustarán? O esta vez escuchamos la llamada a una nueva etapa, otro estado de consciencia y lo que muere en este lugar salvaje es un yo viejo que ya no nos sirve.
Copyright©Margit Glassel
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Gracias, Margit, genial como siempre!
Gracias, Ana.