Herman Hesse en “Demian”…lo estoy releyendo después de décadas…fue mi libro favorito a los 13- 14 años. Con la madurez me fascina aún más que en la adolescencia. Creo que allí comprendí que mi camino era non dual, union de luz y oscuridad, y empecé hacerle ofrendas a ese misterioso Abraxas que era Dios y Diablo a la vez. Luego, por supuesto, pasaran muchas cosas, cambios, crecimientos, luces y sombras, dolores y alegrías…como tenía que ser. Abraxas era un comienzo, mi primer paso consciente un sí quiero de niña a lo que soy y por supuesto vi el brillo de la marca de Cain.
Desde entonces siempre, a mi manera, fui hereje…y cuanto más pasó el tiempo me di cuenta que el camino era solitario y que eso mismo es gozo y libertad. Así que gracias H.H. por haber sido un impulsor y gracias a Demian que existes/no existes en los planos de la imaginación vibrando tu corriente particular/universal.
Margit Glassel