La semana comienza con la Luna en Géminis, el signo de la comunicación y de la flexibilidad, con una intensa cuadratura entre Sol conjunto a Mercurio en Libra y Plutón en Capricornio. El difícil equilibrio que busca Libra se ve afectado por la intensidad de las transmutaciones plutónicas. La comunicación y el dialogo son claves para integrar la cuadratura además de un sentido práctico y de la sensatez. Si no se consigue integrar la cuadratura puede dar pie a manifestaciones de la sombra y luchas de poder, violencia verbal (Mercurio-Plutón) o quiebras en la identidad (Sol-Plutón) al ser la misma tragada por el agujero negro plutónico. Libra es muy justiciera y su lado oscuro, a pesar de ser un signo pacifico, puede ser más feroz que el Aries más guerrero. Para integrar el aspecto hay que abrirse al cambio y no quedarse apegado a como uno cree que tienen que ser las cosas.
Hay dos planetas que cambian de signo: Júpiter y su esperado (o temido) cambio a Escorpio el martes y Venus que deja atrás el racional signo de Virgo para adentrarse en su propio hogar en Libra el sábado.
A Júpiter en Escorpio le dedicaré un artículo aparte al ser un tránsito largo y complejo.
El martes por la noche es exacta también la oposición anual entre Venus y Quirón y puede que percibamos situaciones, sobre todo económicas o amorosas, que nos pueden doler pero en realidad Quirón es el planeta de la sanación. Nos pone en contacto con nuestra vulnerabilidad y si sabemos aprovechar sus lecciones puede ser muy útil.
La luna menguante estará en el tierno signo de Cáncer desde el miércoles hasta el viernes predisponiéndonos a tratar temas familiares o de hogar.
Pero la cuadratura entre Marte en Virgo y Saturno en Sagitario (la última fue en enero) puede interferir con nuestros proyectos y podemos tener la sensación irritante que no nos dejan avanzar tal como queremos. Si usamos la energía cósmica a nuestro favor podemos desarrollar la exquisita disciplina interna y externa de un Samurai y la afilada precisión de un cirujano. La actitud correcta es la paciencia y el no a la violencia.
El fin de semana con la Luna en Leo es un buen momento para disfrutar de la vida,relajarnos un poco y centrarnos en cosas que nos conectan con nuestra propia luz. Venus con su cambio a Libra nos ayudará a encontrar la paz y el equilibrio pero al mismo tiempo nos predispone a decir que sí cuando en realidad sentimos que es no. Fomentará la diplomacia en las relaciones, la estética y la creatividad en general durante las próximas cuatro semanas.
Mercurio y Urano formarán su oposición anual exacta el domingo y puede ser desafiante a nivel mental y verbal o, por el contrario, estimulante si sabemos integrarla al proporcionarnos flashes de intuición y comprensiones repentinas. Puede haber cierta sensación de rebeldía e ideas revolucionarias en el ambiente. Nos proporciona la oportunidad de dejar atrás conceptos e ideas que ya no nos sirven.
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