Primero quiero dar las gracias a mis clientes de las consultas astrológicas, ya sea de carta natal o tránsitos, y de mis mecenas en Patreon. Sin vosotros este artículo más exhaustivo no hubiera sido posible. También a las personas que me seguís en mis redes comentando e inspirando.
Os quiero.
Y ahora invoquemos a Marte…
Marte es el deseo. Fuego primordial, el impulso hacia delante, es el hacha de batalla que abre caminos. Es incendiario, penetrante, salvaje e irrefrenable. No es compasivo; es la naturaleza de dientes y garras ensangrentadas.
Es políticamente incorrecto, no aceptado en nuestra sociedad (exceptuando cuando lo necesitamos como soldado para ganar la guerra), confinado a los gimnasios, deportes extremos y entrenamientos intensivos. Las artes marciales son suyas. Es observado con estupor, pavor y cierta morbosidad cuando se manifiesta en nuestras pequeñas y grandes guerras; nosotros a distancia segura, fríos espectadores ocultos detrás de las pantallas de nuestros smartphones, a salvo y con las manos limpias.
Marte es feroz y debe serlo. Es el instinto de supervivencia, el primer chakra, nuestra sexualidad, el pulso de Vida. Cuando Marte degüella es para que se alimente la Vida.
Es el cazador que orgullosamente ofrenda su presa a nuestros pies, nos abastece y nos alimenta para que nosotros podamos sobrevivir incluso en tiempos de paz.
Marte no fue, ni es, ni será vegetariano.
Le encantan los ritmos, los tambores, los sonidos guturales, primitivos, las danzas guerreras y el sonido seco y vibrante de armas afiladas chocando entre ellas. Poseído por lo extático, los trances ancestrales, se emborracha de sangre. Sin Marte estaríamos muertos, fantasmas de un desierto gris.
Algunos de los hijos engendrados por Marte se invocan con los nombres de Deimos y Fobos, Eros y Harmonia (sí, Harmonía; sorprendente ¿verdad? Luego os contaré el porqué).
Si reprimimos nuestro Marte porque nos asusta su energía, bloqueamos el flujo de esa vitalidad roja que por derecho de nacimiento es nuestra. Tendremos un dóberman enjaulado y hambriento en el sótano y un sistema inmunológico inexistente o por el contrario hiperagresivo y autodestructivo.
Todos tenemos un Marte en algún lugar de nuestra carta natal, en algún signo, en una casa astrológica y posiblemente con aspectos. No podemos desterrarlo ya que entonces volverá a nosotros bajo disfraces aún más terroríficos. No es de extrañar que los astrólogos de la antigüedad lo consideraban uno de los maléficos.
Amo a Marte y quiero honrarle. La clave de la relación con este Dios (o arquetipo, si lo preferís) es navegar bien su fuerza y canalizarla conscientemente para crear Vida, Asertividad, Salud y una Feroz Alegría llena de Confianza y Resilencia (Sí, todo con mayúsculas).
El secreto para canalizar a Marte es el deseo, no el deseo que nace de la carencia y la dispersión, sino el Deseo dirigido conscientemente y enfocado.
Es el Yo Quiero que protege al Sol, nuestra identidad.
Si Marte se descontrola seremos presa de arrebatos, de explosiones de ira, de accidentes y de batallas sin sentido. Si reprimimos a nuestro Marte, se nos abren las puertas de los infiernos que experimentamos cuando somos víctimas.
Por el contrario, si canalizamos su energía positivamente, si sabemos nutrirnos de ella, nos encontraremos con su parte protectora y noble. Para ello aprovecharemos el filtro del signo en el que se encuentra en nuestra carta natal por un lado, y el del signo en el que transita en cada momento por otro.
Os pongo ejemplos de Marte natal:
El impulso de vida bien aprovechado de un Marte en Virgo sería encontrar un trabajo que nos llene y donde podemos expresar lo que somos cada día y ser útiles. Seremos valientes en nuestros aprendizajes, perfeccionando nuestro trabajo que entregaremos a la Vida. No escatimamos esfuerzos ni nos escaqueamos de nuestras responsabilidades. Somos analíticos, estrategas y no nos asustan los tediosos detalles y lo complejo ni las rutinas. Venceremos.
Nos comprometemos a “matar” el exceso de energía mental, los pensamientos rumiantes y neuróticos, y extirparemos los bucles de preocupaciones inútiles.
Marte con el filtro de Capricornio se canaliza a través del esfuerzo, del orden y de la organización; con el de Géminis a través de la comunicación activa y valiente, y con Acuario a través de nuestra capacidad innovadora, individualista y a la vez humanitaria.
Ahora vamos a explorar el tránsito de Marte en Cáncer con el que nos podemos sintonizar todos aunque no conozcamos bien nuestra carta natal.
Marte viajará por Cáncer desde el 23 de abril al 11 de junio, 2021. Los ciclos de marte son de dos años aproximadamente; esto significa que hasta el 2023 no tendremos otra oportunidad si no aprovechamos ahora para explorar su energía en el signo del cangrejo, excepto, claro está, si hemos nacido con Marte en Cáncer en nuestra carta natal, entonces ya será un tema para toda la vida.
Llegado a este punto del texto, tenemos cierta comprensión de lo que es el Arquetipo de Marte en su estado puro y sabemos que se filtra por el signo y que esto nos ayudará de trabajar de una forma consciente con lo que representa.
Sabemos que en esta realidad todo está interconectado, nada existe por sí solo sin relación con lo otro.
Y eso sin entrar en el tema de las casas astrológicas, esa dimensión práctica, ese ámbito de la vida donde se expresa nuestro Marte natal permanentemente o Marte en tránsito temporalmente. Es algo merecedor de ser considerado pero lo dejaremos para un artículo futuro.
Marte en CÁNCER: la mamá Osa
Imaginamos como defiende a sus crías una osa o cualquier otra madre del reino animal. No hay nada más peligroso en mi zona que una jabalina herida protegiendo a sus jabatillos.
Y aquí tenemos dos palabras claves de este Marte: herida y protección.
Para entender el filtro meditamos en el símbolo del signo…
El Cangrejo
Este animalito que se asoma, surgiendo de las aguas primordiales y caóticas, protegido por un caparazón y potentes tenazas, va ganando tierra, mientras camina hacia un lado, bajo la luz de la Luna, su madre. Es nocturno, oculto, letal si sus pinzas agarran a la presa, fuerte por fuera y blandito por dentro.
El cangrejo (Cáncer) guerrero (Marte) y solitario necesita avanzar de una forma indirecta, sin exponerse demasiado a los ojos del mundo. Se siente seguro con su caparazón protector, su casa, y en el mar de las emociones profundas, su habitat natural. Se esconde pero no se ahoga, a pesar de que desde fuera puede parecer que se esté muriendo cuando desaparece haciendo pucheros.
El planeta rojo filtrado por Cáncer es un Marte emocional, sensible y más compasivo que en otros signos. Aunque su amor, lealtad y protección ferviente suele ser dirigido más hacia los suyos, los que le pertenecen, los de su clan.
Canalizamos a este Marte constructivamente, ya sea en la carta natal o en tránsito, cuando confrontamos nuestras emociones incluso las más feroces con coraje y cuando abrimos nuestros oídos a los susurros lunares procedentes de nuestro inconsciente sin miedo a sus fantasmas y sombras.
Recordad que los hijos de Marte son Deimos (ira, dolor, pena) y Fobos (paranoia) pero también lo son Eros, fruto de un Marte bien encarnado, y Harmonia, la que se manifiesta cuando somos honestos y nos enfrentamos valientemente a esos temas emocionales y/o familiares que instintivamente todo nuestro ser quisiera barrer y ocultar debajo de la alfombra. Harmonia nace cuando reconocemos nuestra vulnerabilidad y cuando amamos a pesar de todo.
Con Marte en Cáncer necesitamos conectar con nuestra parte tierna, frágil aunque nos de miedo, aunque no queramos reconocerla, es justo desde ahí donde sacaremos la fuerza y la sabiduría instintiva para darle la vuelta a batallas medio perdidas. Es cuando la herida, el trauma, las emociones se convierten en energía de fuego, en carburante que nos impulsa a ganar tierra, a evolucionar y avanzar o simplemente a instalar la paz en nuestro reino y disfrutar de nuestros seres queridos y de la merecida tranquilidad.
Para dar este giro en tiempos de Marte en Cáncer es esencial dar espacio interno y externo creativo a nuestras emociones en particular y a nuestro mundo interior en general. Requiere tiempo a solas, retiro y silencio, sentirnos a salvo.
Nuestras herramientas
Nuestras herramientas serán la introspección, las artes creativas y dramáticas… y como no… el dedicarnos a la casa además de nutrirnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.
Nuestro hogar es nuestra segunda piel, tan importante para el cangrejo, es donde podemos refugiarnos, descansar y recargar nuestras energías. Ahora es posible iniciar una relación mágica con nuestra casa y los espíritus y genios que la habitan y rodean. Podemos preguntarnos qué tipo de casa queremos y qué tipo de hogar queremos construir.
El tránsito de Marte en Cáncer estimula también nuestras aventuras culinarias y el deseo de cuidarnos, mimarnos a nosotros y a los nuestros.
Cuando se pueda, ábrete y comparte tus triunfos, esos platos conquistados con atrevimiento, e invita a los tuyos, familiares y amigos, a cálidas reuniones para que puedan compartir las maravillas y tesoros de la magia de tu hogar…
…y después vuelve a la seguridad de los límites sanos que Marte en Cáncer te ha ayudado a poner, y al silencio de tu jardín secreto.
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